Qué tanto hay de cierto en que se avanza con las Tecnologías
de la Información y la comunicación (TICs)? ¿Cómo afecta el uso del televisor,
celular, Internet, redes sociales, consolas de juegos y su
participación en línea a los/las jóvenes actuales? ¿Cuál es el beneficio en
este acceso al parecer ilimitado? ¿Cuáles son sus riesgos?
Según el informe
de Monografias
Sobre Juventud. Juventud y Tecnologías de
la Información en el marco de las Naciones Unidas: “Las
TIC pueden ser definidas como aquellos sistemas tecnológicos mediante los que
se recibe, procesa y difunde información, y que facilitan la comunicación entre
dos o más nterlocutores”.
La población en general está consciente de los cambios
provocados por las transiciones tecnológicas en las generaciones jóvenes. El
concepto de avance que
tanto se nos quiere vender no es más que el devenir esperable de los cambios
acontecidos en la historia humana. El ver a nuestros/as adolescentes
enchufados/as al Ipod o a su reproductor mp3 mientras van en el autobús camino
al colegio, el constante sonido de mensajes en los celulares cuando
se reúne la familia, las fotos en que los miembros más jóvenes se esmeran por
posar de la mejor manera para subirlas al facebook, las horas en que los
adolescentes se mantienen encerrados en cuartos o cafés navegando por Internet;
no es más que el resultado lógico de una sociedad que se ha esmerado en
transformar su entorno físico, dejando en segundo plano el crecer socio
afectivo.
En Costa Rica aproximadamente un tercio de la población lo
conforman personas de entre los 6 y 18 años. Es importante señalar según el
mencionado estudio de la ONU que: “Es en los países en vías de
desarrollo donde viven la mayoría de los jóvenes y donde la extensión de las
TICs aún es mínima”. No obstante estas restricciones económicas. Es evidente el
impacto que este ensanchamiento ha generado en esa población.
Algo de relevancia en esta población es su necesidad de
sentirse aceptados. Según distintas teorías de corte psicoanalítico, es una
etapa en que el individuo repele a su antiguo objeto de amor: los padres; para
acercarse a lo que se encuentra lejano al hogar. De ahí que muchos adolescentes
que usualmente preferían salir con sus progenitores ahora deseen pasar tiempo
con sus amigos. Se esté de acuerdo o no con las tesis freudianas, lo particular
de las nuevas generaciones es que estos encuentros no son solamente físicos
ahora. Gracias al avance de las telecomunicaciones se puede sostener una
“relación virtual” con una persona en una locación distante.
A esta etapa de constante transformación biológica y mental
es a la que las compañías productoras de TICs consideran de gran atractivo
económico para introducir sus innovaciones. Los niños, niñas, adolescentes
parecen adaptarse rápido y empíricamente a la evolución de la tecnología.
Otros conceptos como el del estatus también han
evolucionado. La popularidad se mide por cuántos amigos se tiene en facebook,
en si la chica o chico más guapo/a del colegio escribió un
comentario en el muro de publicaciones, o en si el amigo europeo invitó a
formar parte de comunidades de juegos como “farmville” o “Mafia Wars”.
Según La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información: “Su forma de pensar, de vestir, de relacionarse, se ve condicionada por
los mensajes que, mediante las TIC, les llegan”.
Es importante que los padres de familia sean conscientes de
los beneficios de las TICs además de los riesgos antes de permitir o restringir
el acceso a las mismas en una edad en que las órdenes y la experimentación de
lo indebido son aspectos característicos. Según la mencionada cumbre “La educación, el
acceso al mercado laboral, el desarrollo de sus tareas diarias, la salud, el
ocio… todo se ve afectado por las Tecnologías de la Comunicación y la
Información, surgiendo nuevas oportunidades de mejora pero también nuevos
problemas”.
Existen distintos beneficios respecto al uso de los jóvenes
de las TICs. Muchos padres encuentran más seguro ubicar a sus hijos por medio
del celular. En casos en que se requiere que algún miembro de la familia viaje
por razones de estudios o trabajo, programas de comunicación como Skype con
audio y video de la persona lejana facilitan el contacto. El acceso a distintas
fuentes de información académica proporciona un marco nunca antes visto; se
puede tener acceso a tesis de universidades con mucho prestigio facilitando la
realización de distintos trabajos escolares. El acceso a foros de discusión
también conocidos como “Chat Rooms” permite un espacio de desahogo,
construcción de opiniones e identificación para sus miembros.
Respecto de los riesgos se conoce bastante: el acceso
ilimitado a la pornografía, el contacto con desconocidos, la desinformación, el
sedentarismo, sobrepeso, violencia y adicción a las TICs son de los más
generales “Normalmente estas posiciones dibujan un panorama sombrío
haciendo hincapié en el papel de víctima que la juventud puede experimentar al
hacerse más habituales y generalizados aspectos como los embarazos juveniles,
la pedofilia,la prostitución o el abuso de drogas”.
Podemos concluir que más allá del vertiginoso devenir
técnico que experimenta nuestra sociedad o de si hablamos del descubrimiento
del fuego, la rueda, el telégrafo o la nanotecnología es mucho más pertinente
sembrar las bases éticas junto con la suficiente criticidad en las nuevas
generaciones para un uso provechoso de las mismas y que mejore la calidad de
vida en sus usuarios. La labor afectiva de los padres requiere hoy de un
esfuerzo particular que supere las campañas publicitarias de productoras de TICs.
Se requiere un acercamiento inteligente e informado que logre influenciar al
joven individuo que tiene su destino la mayoría de las veces a un botón de
distancia.
Michael Dionisio
Morales
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